03 El precedente europeo : Web sobre Diseño Industrial

El desafío de diseñar un país

03 El precedente europeo: Cuando el diseño fue sociedad

El diseño industrial no nació por casualidad, nació desde intensos y acalorados debates intelectuales, en una Europa que empezaba a cuestionarse la artesanía y su relación con el nuevo modelo industrial, que empezaba a abrirse camino. De esta forma y a través del pensamiento, el diseño logró erigirse como agente de cambio capaz de alterar las sociedades estructuralmente. Este fue ese diseño ancestral -iniciático- capaz de abrir discursos tan potentes y determinantes para nuestros días, como el reparto del trabajo, la eficiencia y el sentido de las cosas en relación al ser humano y al mundo. Y entonces todo cambió.

Pero pongamos un poco de contexto, hagamos un breve repaso por la historia:

Después de la Revolución Industrial, el diseño surgió como respuesta a la alienación y la fealdad de una producción deshumanizada. Más tarde, tras la Primera Guerra Mundial, en 1919 aparece la Bauhaus: una escuela que no solo enseñaba a hacer objetos bellos y funcionales, sino que proponía una nueva forma de vivir.

En la Bauhaus se diseñaban viviendas sociales, tipografías, sillas, calles… todo. Porque el diseño era visto como estructura de sociedad y bienestar. Décadas después, en la Alemania destruida de posguerra tras la segunda guerra mundial, será la Escuela de Ulm (1953) la que llevaría esta idea aún más lejos: proponía un diseño ético, racional, profundamente comprometido con el futuro y de perfil científico. Aquí está nuestra clave, nuestra escalera por la que seguir subiendo, nuestro punto de salida: La Ulm. (Se que para muchos esto puede quedar muy lejos, incluso algunos lo darían por superado, pero creo que no es así. Desde los prefectos de esta corriente apenas ha existido evolución en nuestra disciplina a nivel teórico e ideológico. Llevamos años estancados, así que creo que esos razonamientos merecen seguir evolucionando.)

Así pues, Europa no se industrializó por tener recursos naturales abundantes o materias que explotar (que también), logró industrializarse principalmente porque entendió que el diseño podía ser una herramienta socializadora y se utilizó como tal. Y esa es una conclusión que debemos creernos y tener muy en cuenta.

Lo que el diseño industrial debe pedir en este tipo de sociedades, con necesidad de desarrollo y definición, como creo que es el caso de Venezuela y de otros tantos países similares, no es ni más ni menos que lo que ya pidió a Europa en el siglo pasado. No hay muchos más secretos: fomentar debates que motiven el cambio y aplicar el diseño como una herramienta para el despliegue de las estructuras necesarias de crecimiento. Algo que solo es posible desde un estadio intelectual del diseño, porque no sirve de nada diseñar objetos y objetos, si estos no tienen salida a la realidad.

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