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Sistema retráctil para esconder las cerdas del cepillo

Los que nos dedicamos al diseño industrial somos conscientes de que basar el análisis de un producto exclusivamente en su llamativo lenguaje formal y/u otro factor aparente es un error. Siempre hay más. Y muy probablemente ese “algo más” es, en realidad, el que adquiere todo el peso del proyecto. Lo que le da sentido. Así que el diseño siempre va más allá de lo que podemos ver a simple vista.

El diseño responde a un complejo proceso destinado a la solución de problemas que atienden las más diversas solicitaciones. Soluciones que van desde las funcionales, las prácticas de uso, las de fabricación, las técnicas y las estructurales pasando por muchas otras que incluyen lógicamente a las soluciones formales, visuales y/o comunicativas.
Por esta razón una solución de diseño industrial solo puede entenderse en profundidad, más allá del correcto uso que se hace por parte del usuario –aspecto fundamental y básico- a partir del reconocimiento y análisis de todos los condicionantes que se han dado en el proyecto y las soluciones planteadas y/o aportadas.

Por otra parte podemos decir que el diseño no solo nos permite la creación de productos de forma integral sino que en muchos casos los profesionales solemos enfrentarnos al diseño de sistemas y/o sub-elementos, partes o subconjuntos que ya pertenecen a un producto existente o planteado. Normalmente esto responde a la búsqueda constante de cierto refresco, mejora o actualización de un producto así que, la mayoría de aspectos, en realidad ya están debidamente resueltos y serán además restricciones porque no podrán alterarse.

Este es el caso del proyecto que nos ocupa. De entrada se dispuso de una clara base sobre la que debía plantearse todo el proyecto. El nuevo sistema debía adaptarse, no cabe decir que con suma facilidad, a la estructura de los cepillos cilíndricos. Un producto bastante habitual y de particularidades universales que presenta variedad de diámetros. Característica, esta última, muy importante para lograr una adaptación total de nuestro sistema.

En la imagen superior puede verse el sistema por su parte superior, inferior y extendido mediante un leve giro.

El diseño del sistema universal retráctil para cerdas de cepillo cilíndrico oculta tras su sencilla apariencia de “tapón” (así se pretendió siempre) un complejo sistema que nos permite de forma muy fácil, tan solo girando la "capucha" un cuarto de vuelta, ocultar las cerdas del cepillo en el interior del cilindro metálico para poder limpiarlas de pelos y realizar el más higiénico y fácil de los mantenimientos. Sencillo, ¿Verdad?

Este planteamiento no solo introduce un innovador uso o una nueva función sino que además permite alargar la vida del producto y tenerlo siempre operativo y limpio. Este tipo de aspectos también fueron condicionantes fundamentales que nos permitieron dar un sentido general al proyecto.

Al margen de la nueva función práctica de uso con la que se ha dotado al cepillo, ha primado el deseo de lograr un sistema universal. Un sistema que nos permite, únicamente a través de su redimensionado, adaptarlo a la mayoría de diámetros de la familia aportando una solución general.

El sistema diseñado consta básicamente de 4 piezas de PA (poliamida) que se ensamblan entre si y al propio cepillo mediante presión en caliente por dilatación-contracción. Su diseño –cómo ya se ha dicho- no solo de se ha basado en ofrecer una nueva función que ha mejorado el producto inicial sino que se han derivado los máximos esfuerzos para lograr un producto sencillo, muy económico, optimizado y de fácil producción.
Se entiende que no puede crearse un subelemento nuevo –aunque éste suponga para el producto una nueva propiedad y/o función- que suponga un elevado % del coste del producto existente. En tal caso la aportación del ese nuevo valor añadido sería en realidad un lastre marcado por el precio.

En la imagen superior puede verse el conjunto.

Finalmente podemos decir que el reto del proyecto no ha sido la solución estrictamente técnica de la nueva función práctica de uso -que también- sino principalmente lo ha sido dar forma y estructura a una tipología de “subcomponente funcional” inexistente hasta el momento.
Es obvio que no disponer de elementos previos de referencia siempre supone un reto para todo proyecto de diseño industrial pero por el contrario nos ofrece, si se resuelven los problemas debidamente, la posibilidad de innovar y crear nuevos caminos.

El resultado, alejado de superficialismos, se ciñe a un estricto y riguroso proceso de diseño donde ha primado una solución de conjunto. Se ha logrado un componente económico, muy optimizado, que tiene una fácil fabricación y montaje y que cumple a la perfección la función de uso para el que ha sido creado.
A nivel formal puede verse que el planteamiento queda camuflado perfectamente en el producto base.
Un diseño que mejora notablemente el cepillo profesional otorgándole –a un coste mínimo- nuevas funciones que hasta ahora no estaban resueltas.

En la imagen superior puede verse el conjunto explosionado.

Mediante el diseño industrial hemos podido crear un sistema funcional que aporta una gran innovación al sector y un enorme valor añadido (real) a un producto existente que gozaba de una excelente cota de mercado.
Es previsible -este ha sido el motivo del proyecto- que el producto permita dar aire nuevo a esta tipología y logre desmarcarse claramente de la dura competencia asiática que sufre el sector.

En la imagen superior puede verse una sección del conjunto.

Cabe decir que el giro que mediante el diseño industrial hemos podido dar al producto básico es realmente lo más importante porque garantiza su producción, su venta, su uso y su futuro.

Y aunque el resultado no sea vistoso, el producto -en su análisis- refleja un ejercicio de diseño industrial llevado con la máxima exigencia. Y esto es lo realmente importante y con lo que nos tenemos que quedar.

El diseño se originó a partir de la idea de una emprendedora; Carmen Rubio. El proyecto, realmente innovador, ha derivado en una patente internacional que hoy día ha sido cedida a una importante empresa fabricante de elementos de peluquería. Desde aquí le deseamos la mejor de las suertes con las ventas. Ahora todo depende de los usuarios. Ahora depende de vosotros.

Febrero de 2013